¿CLASE ONLINE O PRESENCIAL?


La situación actual de salud ha producido el cese de las clases presenciales. Como la educación es un bien de consumo de gran relevancia en el desarrollo humano, los profesores y los alumnos se han visto en la situación de impartir y recibir clases por medio online.
Personalmente, yo no soy muy partidaria de este uso para la educación. En algunos casos, puede ser beneficioso como apoyo, no como vía principal. Para mí son muy importantes las clases presenciales por los siguientes motivos:
La población estudiantil actual puede estar acostumbrada a las tecnologías, pero su forma de enseñanza no. Esto quiere decir, que un alumno puede apañárselas perfectamente para utilizar el medio, no obstante, carece de la responsabilidad para ello. Lo que puede observarse desde dos perspectivas diferentes: o bien que es una complicación para él o bien podemos decir que el alumno todavía necesita madurar.
Además, no toda la población estudiantil dispone de recursos. Esto es totalmente discriminatorio y además, imposible para aquellos que no pueden. En España por lo menos, disponemos de una educación pública que intenta dar el máximo de oportunidades para todos. A no ser que se impongan medidas para que la educación online se adapte, no sería posible el uso de este bien público.
Debido a la falta de costumbre a usar estos medios, se crea una desorganización perjudicial para el alumno. En primer lugar, porque puede estar desubicado en torno a la nueva forma de enseñanza y sus criterios (formas de evaluarse, mandato de tareas, organización de estudio…). En segundo lugar, porque los profesores son los que no saben cómo organizarse y sus indecisiones recaen en sus alumnos.
La parte más importante es, que entre las funciones principales de los profesores, está la resolución de dudas. Tengo que decir, que puede realizarse perfectamente a través de Internet, pero no es equiparable a la resolución directa y creo que todos podríamos estar de acuerdo en que preferiríamos tener a nuestro maestro delante.
Luego sería también, que con la madurez del alumno se requiere un compromiso hacia las actividades. No sabría decir si esto es un aspecto positivo o negativo, ya que es el alumno mismo quien decide, por ejemplo, conectarse a una clase online o visualizar un video explicativo. Quien lo haga demuestra que merece aprender y pasar de curso, pero está tan impuesto que el aprendizaje es una obligación, que considero difícil que los VAGOS aprendan si nadie les da el empujoncito. Por eso es bueno y malo. En resumen: porque por una parte sabes quién sí y por otra sabes quién no, pero AQUELLOS QUE SABES QUE NO TAMBIÉN TIENEN QUE APRENDER.
El desplazamiento depende de cómo quieras verlo. Para mí es una ventaja no tener que moverme de casa, no pierdes tiempo (traducción: duermes más). Sin embargo su principal desventaja es que no hay socialización. Si tu vida social no tiene grandes complicaciones, echarás de menos tener al compañero pesado que se ríe de todo o incluso, al que se pasa la clase peloteando al profesor. Aunque si soy sincera, he aprendido que el que es pelota pelotea hasta por Internet. Luego digo, que si eres una persona que ha estado sufriendo acoso escolar, este puede ser tu respiro.
La otra ventaja que se me ocurre es que tienes mayor independencia para organizarte. La explicaría, pero no he tenido una buena experiencia con ella… (A algunos nos atrapa la cama por las mañanas… y por las tardes… excepto por la noche… y no hay explicación. Al menos espero haber crecido).
Lo que si tengo que admitir, es que de esta experiencia personal, he desarrollado una organización en grupo para trabajar más rápido y mejor diferente al que teníamos en clase.

Entonces, ¿he dicho que la educación online me parezca totalmente inviable? Espero no haber dado a entender eso porque mi respuesta es no.
¿Considero que en un futuro adapto pueda llevarse a cabo? Sí.
¿Creo que serían mejores que las clases presenciales? No.

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